Falló la Corte
La celebrada "despenalización" es, entonces "sui generis": el consumo no queda despenalizado porque ni siquiera ha sido tipificado. El fallo, tal como fue planteado, se presenta como una especie de huida por la tangente. El dictamen se concentra en otro asunto: los derechos de "privacidad" que garantiza un artículo constitucional. Pero fue precisamente el constitucionalista Roberto Gargarella, de la Universidad Di Tella, quien señaló que aún en este terreno el planteamiento de la Corte es "impreciso y equívoco": reitera que un acto privado no es materia judiciable si "no hay daño a terceros", pero lo hace de un modo tan general que no pone límites a la recurrente interpretación represiva y caprichosa de tal cláusula. Una "gravísima indefinición", según Gargarella, que deja el terreno abierto para la arbitrariedad. Dicho y hecho: un fiscal acaba de reclamar que se reabra el caso del "porrito de Calamaro" con el argumento de que su actitud afecta... a "terceros".
Aún sin estos vicios de origen, ningún fallo de "despenalización" va a sacar a los consumidores de la mira de la policía y los aparatos represivos. Seguirán acosados con la excusa de investigar el crimen del narcotráfico. Su situación podría inclusive empeorar, porque Zaffaroni, juez de la Corte, admitió que a diferencia de cuando son citados como imputados, que pueden hacer uso del derecho a no declarar, si lo hacen como testigos, están obligados a decir la verdad y pueden ser procesados por falso testimonio. De modo tal que se establece un mecanismo de coacción para convertir a los consumidores en buchones.
Lacra social
No se trata de un problema de "consumo" ni de los "derechos" al consumo. El negocio de la droga es un eslabón extremo de un negocio capitalista que sirve para degradación de los trabajadores y de la juventud, y el "control social". El lugar que podría ocupar el consumo de sustancias psicotrópicas en otro contexto, en otro régimen social, bajo condiciones auténticas de libertad, no es aquí materia de discusión. En las condiciones actuales, la circulación y el consumo de droga son indisociables de la miseria social con la cual lucran el capital y sus cómplices.
El reclamo de la despenalización contra la represión estatal debe ser vinculado a la lucha contra el capitalismo, que disemina la drogadicción y una convocatoria a una salida colectiva (revolucionaria), en oposición al falso refugio individual.
Hola compañeros d la UJS-PO soy Andres del Ya Basta-MAS,por empezar muy bueno el blog y por continuar dos cositas:
ResponderEliminarDado los acontecimientos en la facu d Humanidades
dberemos empezar ya!a abloquearnos o empezar a discutir un frente para estas elecciones dado q nos queda batante poco tiempo.
Segundo,sugiero que empecemos esta semana a ams tardar a dicutir de que maner haremos si lo hacemos u frente y no encasillarnos en discuciones con los Petesianos q seguro nos van a salir a matar con sectareadas de cuarta.
solo eso,la nota esta piola como escribe Rieznik.
saludos
andres