Los estudiantes necesitan una respuesta
Ni la feroz campaña de prensa desarrollada por los grandes medios ni las provocaciones sistemáticas del rector Rubén Hallú pudieron ocultar que la movilización que se realizó durante la jornada del miércoles 29 por los estudiantes del CBC de Merlo, con el apoyo de la Fuba, tiene como fundamento los intentos permanentes de las autoridades de la UBA por cerrar la sede oeste del Ciclo Básico Común.
La movilización estudiantil llegó al rectorado cuando se realizaba la reunión del máximo órgano de gobierno de la UBA, su Consejo Superior. Los estudiantes trajeron como denuncia el sistemático incumplimiento de las autoridades de la resolución votada por el Consejo Superior hace un mes atrás. El incumplimiento abarca la casi totalidad de los puntos: al día de hoy no hay personal no docente y la limpieza la realizan los propios estudiantes; el suministro eléctrico está cortado desde hace más de un mes; las libretas de los estudiantes no están siendo entregadas; los exámenes no se quieren tomar en la sede Merlo y se obliga a concurrir a otras como Ciudad Universitaria.
Tampoco las autoridades dan respuesta sobre la cuestión de fondo, es decir la continuidad de la sede oeste. Lo máximo que han ofrecido los funcionarios es la apertura de una sede en Moreno de sólo tres aulas, que ellos mismos saben no alcanza para albergar a casi nadie. Todo esto muestra que la UBA no abandonó nunca su intención de cerrar la sede y se limita a organizar su desguace, armando para el segundo cuatrimestre una sede residual, para unos pocos estudiantes, paso previo al cierre definitivo.
En los días previos a la sesión del Consejo Superior, los estudiantes se reunieron con las autoridades, incluso con el rector Hallú, sin hallar nunca una respuesta. Al rector la reunión se la tuvieron que arrancar mediante una carta documento.
Agotadas todas las instancias previas la movilización al Consejo Superior se hizo persiguiendo el único propósito de que se cumplan las resoluciones ya votadas y tener certezas sobre la continuidad de la sede en el segundo cuatrimestre. No sorprendió, dado todos los antecedentes del caso, que el rector levante la reunión ni bien ingresaron los estudiantes, ya que de esa manera postergó dar una respuesta concreta a los concretos reclamos estudiantiles. De paso, el rector aprovechó la ocasión para victimizarse cuando en realidad las únicas víctimas son los estudiantes y docentes que tienen que enseñar y estudiar en condiciones realmente decadentes.
Los ataques de Hallú no pudieron ocultar la verdad de lo que sucede en Merlo. Disipado el humo la verdad sale siempre a flote. Por eso saludamos la lucha del CUM y la Fuba y exigimos una solución definitiva para asegurar la continuidad de la sede oeste de la UBA.
La movilización estudiantil llegó al rectorado cuando se realizaba la reunión del máximo órgano de gobierno de la UBA, su Consejo Superior. Los estudiantes trajeron como denuncia el sistemático incumplimiento de las autoridades de la resolución votada por el Consejo Superior hace un mes atrás. El incumplimiento abarca la casi totalidad de los puntos: al día de hoy no hay personal no docente y la limpieza la realizan los propios estudiantes; el suministro eléctrico está cortado desde hace más de un mes; las libretas de los estudiantes no están siendo entregadas; los exámenes no se quieren tomar en la sede Merlo y se obliga a concurrir a otras como Ciudad Universitaria.
Tampoco las autoridades dan respuesta sobre la cuestión de fondo, es decir la continuidad de la sede oeste. Lo máximo que han ofrecido los funcionarios es la apertura de una sede en Moreno de sólo tres aulas, que ellos mismos saben no alcanza para albergar a casi nadie. Todo esto muestra que la UBA no abandonó nunca su intención de cerrar la sede y se limita a organizar su desguace, armando para el segundo cuatrimestre una sede residual, para unos pocos estudiantes, paso previo al cierre definitivo.
En los días previos a la sesión del Consejo Superior, los estudiantes se reunieron con las autoridades, incluso con el rector Hallú, sin hallar nunca una respuesta. Al rector la reunión se la tuvieron que arrancar mediante una carta documento.
Agotadas todas las instancias previas la movilización al Consejo Superior se hizo persiguiendo el único propósito de que se cumplan las resoluciones ya votadas y tener certezas sobre la continuidad de la sede en el segundo cuatrimestre. No sorprendió, dado todos los antecedentes del caso, que el rector levante la reunión ni bien ingresaron los estudiantes, ya que de esa manera postergó dar una respuesta concreta a los concretos reclamos estudiantiles. De paso, el rector aprovechó la ocasión para victimizarse cuando en realidad las únicas víctimas son los estudiantes y docentes que tienen que enseñar y estudiar en condiciones realmente decadentes.
Los ataques de Hallú no pudieron ocultar la verdad de lo que sucede en Merlo. Disipado el humo la verdad sale siempre a flote. Por eso saludamos la lucha del CUM y la Fuba y exigimos una solución definitiva para asegurar la continuidad de la sede oeste de la UBA.
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