Pretenderán el gobierno y los políticos que ofician de opositores que nos sentemos a esperar una solución electoral a la catarata de suspensiones, despidos y reducciones de jornada y de salarios que sufrimos los trabajadores todos los días?
Los K no sólo adelantaron las elecciones para ‘madrugar' a los De Narváez y Carrió: lo hicieron, por sobre todo, para ‘madrugarnos' a nosotros, a los trabajadores.
Quieren que el ruido electoral saque de los medios de comunicación las noticias dramáticas de los telegramas que nos comunican las cesantías y las suspensiones, o simplemente la tensión o la angustia de figurar en la lista de descartables de alguna patronal.
O la frustración de la expectativa de los más jóvenes de encontrar trabajo.
¡Nos han infectado con una epidemia de dengue y salen a la calle, sin la más mínima más vergüenza, a pedir el voto que, dicen, es para "preservar el empleo"!
Pero no se puede tapar el sol: la propia patronal ha tenido que salir a desmentir al Indec, para informar que la producción industrial cae a un ritmo del 12% anual.
Si en Alemania y en China esa caída ya es del 25% al año, es claro lo que el capitalismo nos depara para Argentina.
Por eso, desde el Partido Obrero decimos que tenemos que llegar a las elecciones mediante la derrota de los despidos, de las suspensiones y de la reducción de jornada y de salarios.
Para eso tenemos que rechazar de plano los cantos de sirena de los políticos patronales de turno y sus corifeos de centroizquierda, o sea los políticos residuales del Frepaso y de la Alianza.
Para eso tenemos que reclamar: ninguna suspensión, ningún despido; por el reparto de las horas de trabajo al cien por ciento del salario.
Los "recursos preventivos" que Moyano y Tomada hicieron valer contra la lucha de los trabajadores no han prevenido nada: en Paraná Metal y en Massuh siguen las carpas contra los despidos y suspensiones; en General Motors las cesantías avanzan; lo mismo ocurre en Iveco o Gestamp y Techint.
Las administraciones provinciales están quebradas y por eso los maestros de Tierra del Fuego, Neuquén y Santa Cruz se encuentran en huelga y cortando rutas.
¡Pero los Scioli, los Schiaretti y los Binner, en lugar de resolver la quiebra cobrando a los terratenientes y capitalistas evasores, les otorgan rebajas en el impuesto inmobiliario rural o exenciones en el de ingresos brutos!
La Presidenta se jacta de que ‘coparticipa' los ingresos por exportaciones con los gobiernos de la soja y de los contratistas de obra pública, ¡no con los trabajadores que se suben a los tractores y las cosechadoras o con los que asfaltan el pavimento o construyen las torres de edificios o de distribución de electricidad!
Gobiernan para el capital.
El Partido Obrero aprovechará todas las oportunidades que ofrece la campaña electoral para profundizar la campaña contra los despidos y suspensiones, para que la crisis la paguen los capitalistas.
Nuestros candidatos estarán en las puertas de las fábricas y en las barriadas, no en los salones suntuosos de las conferencias de prensa.
Vamos al voto por medio de la lucha por el derecho al trabajo y por la derrota de las patronales y del capital.
En esta línea de acción llamamos a todas las organizaciones independientes de las patronales y de sus partidos, a formar una gran coalición anticapitalista.
El capital, la Argentina capitalista, no los trabajadores, son los que están en bancarrota.
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