Leon Trotsky

"Sin una organización dirigente la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor."




26/5/08

LA PLAZA DE LA RURAL

La semana pasada, el videliano Laureano Miguens seguramente no podía creer lo que estaba viviendo: nada menos que él saludaba desde el balcón de la casa de gobierno de Santa Fe a más de quince mil personas que lo vitoreaban, mientras esperaba el inicio de la reunión de las entidades agrarias con Binner.
La escena no solamente retrata las limitaciones impopulares, insalvables, del movimiento agrario que animan los autoconvocados del campo y los chacareros de la soja, en un frente único con los llamados ‘pools de siembra’ y los terratenientes.
Ilumina, por sobre todo, el carácter del ‘modelo productivo’ del kirchnerismo, que mientras enriqueció como nunca antes a los monopolios vinculados con las exportaciones, ha dejado a los pueblos del interior en la miseria, a merced de los agentes económicos y políticos de sus propios explotadores.
Con trabajos en negro, salarios inferiores al mínimo nacional, infraestructuras sanitarias y educativas en ruinas, contaminación del aire y del suelo, y un pavoroso panorama de viviendas.
El balcón de la Rural deja al descubierto la charlatanería de los intelectuales imposibles del oficialismo acerca de la redistribución de los ingresos.
No hay nada más eficaz para devolverle lustre a la derecha o a la oligarquía que un par de años de gobierno ‘progre’ o nacional y popular; es decir, capitalista.
Bastaron dos años de ‘progres’ en Italia para que volviera Berlusconi al gobierno, pero esta vez acompañado por la Camorra siciliana.
Pero al “país federal”, que de acuerdo con la demagogia de los patrones de la soja solucionaría estos problemas, los trabajadores del interior lo conocen de sobra, pues no ha habido mayores saqueadores de los fondos públicos que los gobernadores.
Los Reutemann, los Cobos (vicepresidente del kirchnerismo), los Bussi, los Palito Ortega, los Kirchner, los Brizuela, los Rozas, los Menem, los De la Sota, los Romero, los Duhalde, Ruckauf y Solá.
Los que vaciaron varias veces los bancos provinciales para regalarlos a los Eskenazi, Britos, Werthein, Elsztain, Soros no son precisamente una salida para el pueblo.
El “país federal” es un calco del “país unitario”: la caja de los grandes capitalistas. Que digan lo contrario las grandes industrias –agrícolas y no agrícolas–, y los puertos privados de la ribera santafesina del Paraná.
El próximo 25 de mayo, en Rosario, gracias a una idea que se le atribuye a la abogada de los ‘pool de siembra’, María Cristina Alarcón, los autoconvocados de bombacha y poncho compartirán tribuna con los garcas de la Rural y con la Coninagro de los SanCor, o sea con los explotadores de los tamberos y de los pequeños productores.
La compartirán también con la Iglesia argentina de los Bussi –no Buzzi–, para demostrarle a Ratzinger que el oscurantismo y la represión espiritual se encuentran a buen resguardo en Argentina y para asegurar, ‘urbi et orbi’, que el campo argentino es ‘occidental y cristiano’.
Pero ni la Rural en Rosario –aunque la acompañe el socialismo de los ‘pool de siembra’–, ni Cristina Kirchner en su autoexilio en Salta, aportarán a la solución de las necesidades populares.
Las masas del campo y de la ciudad tendrán oportunidad de comprobarlo otra vez con inusitada velocidad.
También podrán comprobar que no solamente entre los grandes explotadores se cuecen habas y se producen nuevos desplazamientos y recambios.
En las filas obreras y campesinas se van gestando igualmente grandes novedades, entre una burocracia sindical que se hunde en el desprestigio y se quiebra inexorablemente, y una nueva generación de luchadores obreros con gran vocación de acabar con ella y construir un dirección política nueva y revolucionaria en Argentina.

Con estos dos no llegamos a fin de año



Desde los grandes «triunfos» del movimiento estudiantil, hasta el empantanamiento completo que caracteriza a la actual situación política de la universidad, no ha pasado otra cosa que un poco de tiempo. Los estudiantes, docentes, y no docentes hemos podido ver claramente que los intereses de las camarillas que se disputan la sucesión de Medina, bajo ningún punto de vista contemplan la satisfacción de nuestras demandas, históricas, y presentes.
La función política de cualesquiera de estas camarillas es la de aplicar pasivamente la asfixia presupuestaria impulsada por el gobierno nacional.
De aquí se entiende, entre otras cosas, que el único «compromiso» de la actual gestión con el plan de lucha por más presupuesto «arrancado» hace unas semanas en el Superior, se haya materializado a través de una mísera resma de hojas A3, a repartir entre el conjunto de los centros de estudiantes… Veamos, en este sentido, las características del aumento salarial más trucho del mundo, que la gestión le ofreció como paliativo a los trabajadores no docentes: $300, pero… ¡a préstamo!, a devolver en 6 cuotas luego de mitad de año.
Se trata de las contradicciones insalvables del declaracionismo, que no han logrado otra cosa que dejar caer a pedazos a una UNMdP que hoy día debe afrontar un rojo que pone en serio riesgo el normal desarrollo del corriente ciclo lectivo.
Ni Pérez ni Garamendy se han pronunciado al respecto. Uno, preocupado por dejar pasar el tiempo, confiado en las posibilidades que le ofrecería una nueva composición de la asamblea, que le garantizaría el sillón del rectorado. El otro, imbuido en maniobras legales que paradójicamente también buscan ganar tiempo, a la espera de alguna «buena voluntad» que acceda a dejarse vender por unos pesos, o por algún puesto en la nueva gestión.
El comedor universitario, y las demás reivindicaciones parciales, se consiguieron como consecuencia de la lucha independiente del movimiento estudiantil.
Presentar como “triunfos” a concesiones que sólo llegaron a tener una materialidad discursiva, no sirve para otra cosa que para encubrir una falta de voluntad política a la hora de profundizar la lucha por la democratización. Hemos señalado en otro momento el contrasentido que significa criticar el carácter reaccionario y antidemocrático de una asamblea universitaria si luego, por acción u omisión, se la legitima, y se termina siendo funcional a los intereses de cualquiera de los candidatos, que demostraron con creces la voluntad de venir a oficiar como una nueva correa de transmisión de las políticas de asfixia presupuestaria promovidas por el gobierno nacional.
Advertimos que estas contradicciones sólo alcanzan a configurar, de antemano, una política derrotista, insistimos, funcional a los intereses de las camarillas que han fundido –y pretenden seguir haciéndolo- a nuestra universidad.
Quienes tradicionalmente somos señalados como los que queremos “que esté todo mal”, hoy día estamos en Merlo desarrollando una lucha muy importante en contra del cierre del CBC de esa ciudad impulsado por el Medina de la UBA (Hallú) y el Pulti de Merlo (Othacehé). Y quienes nos movilizamos todas las semanas al rectorado de la UBA (protegido por las vallas de la federal) para exigir una respuesta a demandas que no difieren en sustancia de las que podemos plantear los estudiantes de Mar del Plata; y los que estamos participando de un plan de lucha que empieza el miércoles 21 con clases públicas y movilización, y sigue el viernes 23 con viaje a Cap. Fed. Para ir al Ministerio de Educación por más presupuesto; y los que, en definitiva, caracterizamos que en lugar de un «techo» lo que hemos alcanzado es un piso, porque tenemos por delante la gran tarea de difundir entre el conjunto de los estudiantes, la imperiosa necesidad de salir a luchar en defensa de la Universidad Pública, y por la democratización. Sin este programa de transición, que no es otra cosa que una herramienta de lucha, surgido de la misma cotidianeidad que todos atravesamos todos los días cuando venimos a cursar, los estudiantes del CBC de Merlo se habrían quedado sin poder estudiar, y los estudiantes de la UBA, y de Mar del Plata, y en definitiva de todo el país, verían, poco a poco, cerrarse las puertas de las universidades sin nadie intentando poner freno a la privatización y a la asfixia presupuestaria.
El marco político que ha dado sustento legal al desfinanciamiento presupuestario, fundamentalmente a instancias del acuerdo entre los rectores del CIN y el gobierno para avanzar en un “maquillaje” de la LES (que profundiza la asfixia presupuestaria, la violación de la autonomía a través de la CONEAU, y la composición reaccionaria del gobierno universitario), sigue vigente, y es por esto que entendemos que la defensa de las universidades públicas es una consigna nacional. En este camino de lucha, llamamos a todos los sectores que se han venido oponiendo a estas políticas a desarrollar una campaña común por más presupuesto, y por un gobierno universitario de estudiantes y trabajadores (docentes y no docentes).
La presente situación política va a estar determinada por la firmeza que mostremos los estudiantes a la hora de profundizar nuestra lucha por un gobierno universitario de estudiantes y trabajadores.

8/5/08

En contra del “declaracionismo”


Cuando la Policía Federal nos apaleaba en las puertas del Congreso Nacional con el objetivo de imponerle un rector a la UBA, las camarillas, integradas por muchos decanos “progresistas”, se comprometían a otorgarnos una importante cantidad de becas, y a dar inicio a un proceso de reforma de los estatutos para avanzar en la democratización de los órganos de co-gobierno. Y por sobre todas las cosas, planteaban que como se trataba de una salida acorde con los intereses del gobierno nacional, se iban a generar las condiciones para un incremento real del presupuesto, y todos los problemas de la universidad pasarían a formar parte del pasado.
A dos años, la UBA se cae a pedazos. No hay presupuesto y mucho menos democratización, porque lo que garantizaría todo esto es un proceso de movilización que no están dispuestas a dar.
Se trata de un valioso dato de la historia reciente que los estudiantes de la UNMdP no podemos dejar de tener en cuenta.
Hemos visto, en estos últimos tiempos, a las camarillas de acuerdo en considerar como concesiones a reivindicaciones, por ejemplo el comedor estudiantil, arrancadas a la gestión de la universidad como consecuencia de la organización y la lucha independiente del movimiento estudiantil. Como en la UBA, interpretan que de esta manera se pone a resguardo la “institucionalidad” de nuestra universidad.
Nos subestiman, desde el momento en que dejan de tener en cuenta que somos bien conscientes de un contexto general determinado por la penuria material que atraviesan las universidades, como consecuencia del desfinanciamiento presupuestario impulsado por el gobierno nacional. A la hora de discutir una reivindicación tan importante como la gratuidad de los posgrados –fundamental en el camino de la democratización-, introducen un debate falaz, que de alguna manera reproduce en la universidad la crisis del “campo”: los posgrados “diferenciados”. Quieren que discutamos si es progresivo o no que los posgrados sean gratuitos para un sector del claustro docente, pero bajo ningún punto de vista que ubiquemos a esta reivindicación dentro de un planteo de carácter profundo, que cuestiona desde sus cimientos a la estructura –antidemocrática y privatizadora- del gobierno universitario.
Plantean, “declaran”, que toda reivindicación que implique asignaciones presupuestarias debe ser ubicada dentro de “la lucha por más presupuesto”; pero no denuncian, con todas las letras, el acuerdo firmado entre el gobierno y el Consejo Interuniversitario Nacional (es decir, firmado por Medina), para avanzar en una reforma trucha de la LES, que va a continuar siendo la madre de todos los problemas, puesto que profundiza la violación de la autonomía universitaria –sigue firme la CONEAU-, el desfinanciamiento presupuestario, y el fortalecimiento de la actual composición del gobierno universitario.
Por eso es que estamos en contra del “declaracionismo”.
Todo lo que hemos conquistado en este proceso se enfrenta de lleno con los intereses de las camarillas que se disputan la sucesión de Medina, responsables de aplicar en nuestra universidad las políticas que la han venido destruyendo en términos materiales, políticos y académicos. De aquí es que ante cada una de las conquistas parciales no podemos dejar de señalar la cuestión del gobierno universitario, para marcar lo imprescindible que resulta luchar por una transformación concreta del mismo, de raíz, para ubicarlo sobre nuevas bases sociales.
La presente situación política va a estar determinada por la firmeza que mostremos los estudiantes a la hora de profundizar nuestra lucha por un gobierno universitario de estudiantes y trabajadores.

5/5/08

4/5/08

Ahora es cuando II



La bella y certera consigna del movimiento estudiantil.


Si las camarillas que se disputan la sucesión del actual rector, Medina, contemplasen dentro de sus perspectivas la reivindicación de aquellas demandas históricas del movimiento estudiantil, como por ejemplo el derecho a darse el gobierno propio (el “demos” universitario de la reforma del 18); la defensa de la autonomía universitaria; la triplicación del presupuesto universitario; etc., no estaríamos, en estos momentos, en las puertas de una lucha de larga duración, habida cuenta, entre otras cosas, del análogo proceso que se viene desarrollando en otras universidades del país, como por ejemplo la UBA, Rosario y La Plata.La lucha por la democratización, entonces, ha demostrado con amplitud su carácter nacional, esto como consecuencia del marco político que la circunda. En términos concretos, la cuestión profunda que hace de contexto a la crisis de las universidades públicas tiene como responsables, por un lado, a un gobierno nacional que se ha mostrado firmemente decidido a profundizar el desfinanciamiento presupuestario; y por otro, a un gobierno universitario –las camarillas- reaccionario, que demostró con creces la decisión de aplicar pasivamente las legislaciones privatizadoras.
El acuerdo plasmado entre el gobierno nacional y los rectores del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) para avanzar en una reforma trucha de la LES, no tiene otro objetivo que dar estatuto de ley al desfinanciamiento presupuestario de las universidades públicas. De aquí, que el ataque directo a las carreras de grado ha pasado a ser una política de Estado, como también por ejemplo, el arancel de los posgrados, la vigencia de la CONEAU, los ingresos restrictivos; en fin, la agenda de las camarillas que ahora nos vienen a chantajear para que les vendamos nuestro voto.No depositamos nuestra confianza en aquellos sectores docentes que se disputan el rectorado para seguir aplicando la “nueva” LES y la asfixia presupuestaria. Las reivindicaciones históricas del
movimiento estudiantil, como por ejemplo el comedor universitario, van a alcanzarse como producto de la lucha, y no de las promesas de candidatos que demostraron fehacientemente no estar a la altura de los intereses reales de quienes todos los días ponemos a la universidad en funcionamiento.
La actual situación política de nuestra universidad no está determinada por las camarillas privatizadoras, sino por la firmeza que mostremos los estudiantes para no seguir pagando con nuestro esfuerzo el sostenimiento de un gobierno universitario privatizador y reaccionario. Insistimos en plantear que la independencia política del movimiento estudiantil debe ser la base para difundir y concretar un programa de lucha por más presupuesto, y por un gobierno universitario de estudiantes y trabajadores.
Si no es ahora, ¿cuándo?



-NO A LA “NUEVA” L.E.S. DE KIRCHNER Y LOS RECTORES.
-TRIPLICACIÓN DEL PRESUPUESTO UNIVERSITARIO.
-COMEDOR UNIVERSITARIO BAJO GESTIÓN DE ESTUDIANTES Y TRABAJADORES.
-AUMENTO SALARIAL PARA DOCENTES Y NO DOCENTES.
-DEFENSA DEL INGRESO IRRESTRICTO.
-DEFENSA DE LAS CARRERAS DE GRADO. GRATUIDAD DE LOS POSGRADOS. FUERA LA CONEAU.-DEMOCRATIZACIÓN DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO. CLAUSTRO ÚNICO DOCENTE. REPRESENTACIÓN PARITARIA DE ESTUDIANTES Y TRABAJADORES.

2/5/08

Ahora es cuando I







Una Asamblea que comienza
Cuál fue el resultado del proceso de reforma de los estatutos promovido por la gestión Medina, desde casi el comienzo de su gestión?; ¿cuáles, las respuestas que esa Asamblea supo construir en función de las demandas históricas del conjunto de la comunidad universitaria?
La experiencia de este proceso no ha hecho otra cosa que poner de relieve el carácter profundo de la lucha por la democratización que el movimiento estudiantil viene llevando adelante en las universidades de todo el país. Ha demostrado que la actual composición del gobierno universitario es reaccionaria, porque se permite funcionar de espaldas al movimiento estudiantil y a los trabajadores, y fundamentalmente porque lo hace en pos de la aplicación de las políticas privatizadoras promulgadas por Menem y profundizadas por Kirchner.
Éste es el marco general que encuadra la presente situación política de nuestra universidad. A instancias de la lucha de los estudiantes por una Nueva Reforma Universitaria, las camarillas han ido evolucionando hacia el gobierno nacional: asignaciones presupuestarias directas para las camarillas “amigas”; reformas estatutarias truchas que apuntan a legitimar la desfinanciación y la autogeneración de recursos; el ataque directo a las carreras de grado, el arancelamiento de los posgrados: son los elementos que componen la agenda de las gestiones universitarias de todo el país, como lo demostró nuestra mentada reforma trucha de los estatutos, y como lo demuestran otras tantas que se desarrollan en otras universidades.

Un “debate amplio y participativo

El “debate amplio y participativo” que proponen los agrupamientos afines al gobierno tiene como eje esta agenda, y como marco una reforma de la LES pactada entre la presidenta y los rectores del CIN, que seguramente no será nada progresiva, y que por otro lado va a intentar darle carácter de ley al desfinanciamiento de las universidades públicas. ¿Este es el mejor homenaje que le podemos hacer a la Reforma Universitaria?. Vale recordar, señores, que se trata del mismo gobierno que hace dos años le impusiera un rector a la UBA a instancias de las instalaciones del Congreso Nacional y de la Policía Federal. “Rechazamos este método de elección reducido a unos pocos y basado en negociaciones entre “cuatro paredes” y absolutamente vacías de contenido” dice el Movimiento Sur. Cinismo “nacional y popular”. Y que todos los estudiantes de nuestra universidad lo sepan.


El derecho a darse el gobierno propio

“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y - lo que es peor aún el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.(Manifiesto Liminar de la FUC, 1918)
Las perspectivas abiertas por la situación que se nos plantea en el marco de la Asamblea que tiene como objetivo la elección de rector, nos permite abordar de manera integral la cuestión del gobierno universitario, y la orientación que le debemos dar, fundamentalmente a instancias de la lucha del movimiento estudiantil. Sería un contrasentido la crítica a la composición antidemocrática de los órganos de co-gobierno, con la legitimación de los mismos, y en este contexto, con la “consideración” de cualquiera de los candidatos, que han dejado muy claro que este problema no les atañe. En la medida en que no exista un “claustro único” docente, que le permita a todos estar en condiciones de formar parte de una Asamblea Universitaria; y en la medida en que no exista en la misma una representación paritaria de estudiantes y trabajadores; no habrá garantía para que los problemas que afronta la universidad sean resueltos de una manera que esté de acuerdo con las reivindicaciones históricas del movimiento estudiantil.
“El demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio, radica principalmente en los estudiantes”(Manifiesto liminar de la FUC, 1918).
El actual proceso político en nuestra universidad no está determinado por las maniobras de las camarillas que vienen implementando la L.E.S. y la asfixia presupuestaria. La palabra la tienen la crisis terminal, en términos presupuestarios, políticos y académicos; y la determinación que mostremos los estudiantes para no seguir pagando con nuestro esfuerzo el sostenimiento de un gobierno universitario privatizador y reaccionario

El Partido Obrero frente a la crisis política y el paro rural

Este es el link para ver los diferentes videos del partido obrero